Quizás muchas personas hayan oído que Six Sigma es solo para las grandes corporaciones; sin embargo, ahora se empezará a desterrar ese mito y se planteará cómo las pequeñas empresas también pueden tener éxito en la implementación de Six Sigma y cosechar los beneficios que esta estrategia de calidad proporciona.

Primero, se empezará precisando que Six Sigma es un enfoque de calidad soportada por la metodología DMAIC (ver Gráfico 1) y que tiene como meta que la empresa solo genere 3.4 defectos por millón de oportunidades (DPMO), con lo que los errores se hacen casi imperceptibles, acercándose a los Cero Defectos que proponía Philip Crosby como definición de calidad. De acuerdo con Brue (2006), Six Sigma es una estrategia de resolución de problemas que reduce costos y mejora la satisfacción del cliente al reducir los desperdicios en todos los procesos involucrados en la creación y entrega de productos y/o servicios.

Gráfico 1. Metodología DMAIC

Gráfico 1. Metodología DMAIC

Algunos aspectos fundamentales en la aplicación de este enfoque de calidad tienen que ver con el uso intensivo de los datos, métricas y estadística para la solución de problemas. No se trata de que en la organización se tomen decisiones basadas en los pensamientos, sentimientos o creencias acerca del problema, sino en hechos y datos concretos. Por otro lado, Six Sigma se cimienta en la ejecución de proyectos de mejora que tienen resultados medibles desde el punto de vista operacional y financiero.

Ahora, son en los puntos recientemente mencionado en donde las pequeñas empresas evidencian dificultades al momento de implementar estrategias de calidad como Six Sigma, tal y como lo resaltan Felizzola y Luna (2014), quienes señalan las siguientes falencias y restricciones: (i) la ausencia de datos e información confiable, (ii) no considerar la importancia de las formas de interacción con los clientes, (iii) no considerar el liderazgo y el cambio cultural como un factor clave, (iv) no proponer estrategias para superar las limitaciones financieras y estructurales de las pequeñas empresas, entre otros.

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Entonces, ¿qué aspectos deberían considerar las empresas pequeñas para implementar con éxito Six Sigma? En realidad, son muchos factores y aspectos clave a tomar en cuenta, y entre ellos se tienen:

  • El compromiso de la alta dirección con la calidad y el enfoque Six Sigma.
  • La gestión de la cultura organizacional, que integre la calidad, la mejora continua y la dirección del cambio.
  • La articulación de la estrategia de calidad Six Sigma con las estrategias del negocio.
  • La promoción genuina del enfoque al cliente.
  • La formación y entrenamiento en Six Sigma.
  • El desarrollo de competencias para la gestión de proyectos.
  • La mejora de la capacidad financiera y tecnológica.

Efectivamente, existen factores que pueden considerase desventajas en la implementación de Six Sigma en una pequeña empresa en comparación a una empresa grande, como la falta de recursos y conocimientos en las iniciativas de cambio; no obstante, también hay particularidades inherentes a las pequeñas empresas que pueden dar impulso la aplicación efectiva de esta estrategia de calidad, más que en las grandes empresas, tales como la flexibilidad de los flujos de proceso, una más corta cadena de toma de decisiones y una mayor visibilidad de la alta dirección, por ejemplo.

Finalmente, las pequeñas empresas pueden considerar como parte de su estrategia de implementación de Six Sigma, la aplicación gradual de este enfoque, lo que puede reducir el riesgo de interrupciones y fallas, así como darle a la empresa tiempo para recuperarse entre las fases de implementación para compensar las ganancias o los recursos sacrificados para este propósito.

 

Luis Sánchez | Especialista en calidad y procesos

luis.sanchez@alquimiasac.com

 

Referencias:

Brue, G. (2006). Six Sigma for small business. Entrepreneur Press. https://etshare.pbworks.com/f/six_sigma_for_smallbusiness.pdf

Felizzola, H. y Luna, C. (2014). Lean Six Sigma en pequeñas y medianas empresas: un enfoque metodológico. Ingeniare. Revista chilena de ingeniería22(2), 263-277. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-33052014000200012

 

 

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